Este método ancestral oriundo de la campiña francesa, contiene un alto valor agregado, ya sea por los tiempos que emplea o por lo artesanal de su elaboración, el Champenoise va desapareciendo como proceso de elaboración.
En la visita a la Champañera se pueden descubrir los secretos de este proceso además de hacer una degustación completa de los espumantes.
Conjugando el Champenoise con la producción orgánica, el proceso comienza desde el cultivo de las plantas, en los cuales no se utilizan ni pesticidas ni herbicidas y se excluye de todo el proceso cualquier compuesto de la síntesis química, a fin de cuidar el suelo, el agua y rescatar los sabores naturales de los viñedos.
Comienza de este modo la etapa de elaboración de los vinos que darán origen a los espumantes. Pasado el invierno nuestros vinos estarán maduros y listos para tomar, allí la familia se junta a degustar y seleccionar el blend de vinos que dará la base definitiva a los espumantes.
Dentro de los cultivos, los varietales de preferencia son el Chardonnay, Pinot Noir y Ugni Blanc entre los blancos y el potente Cabernet Sauvignon que dará sus matices al Rosso y al Rosé.
Una vez establecido el vino base, se lo unirá al mosto de la uva y las levaduras champañeras, mezcla que reposará dos años en botellas reforzadas en la Cava que lleva el nombre de la abuela “María Martín”.
A partir de la estibación de las botellas se da inicio a un periodo de espera, en que las levaduras consumirán el azúcar para generar el gas y la presión, liberando en sus burbujas finales una grana fina que transporta los aromas y sabores típicos del champenoise.
Esta etapa tendrá lugar en una antigua estructura de madera denominada “pupitre” y dará inicio a la decantación.
A partir de una inclinación de 40° se comenzará con ¼ de vuelta por día, luego a 70° y con un 1/8 de vuelta, se logrará remover progresivamente las borras hacia el pico de las mismas. De aquí al sector de Decantación, donde terminarán de calmarse y asentarse las borras suspendidas por el movimiento.
La última etapa que nuestras visitas logran disfrutar es el “Degüello”, el que consiste en sacar la tapa corona y en una explosión generada por la presión que guardan las botellas, se expulsa el tapón de borras. A partir de allí, el espumante está listo para tomar, estallan las finas burbujas en la copa dejando degustar un buen Natur.
Lo que resta es cuestión de gustos…las cantidades de licor de expedición dará lugar a las diversas variedades como brut natur, extra brut, brut y duc.
El corcho definitivo, de alcornoque natural, las etiquetas que visten las botellas, dan lugar a la identidad de nuestra bebida espirituosa…un buen vino espumante de Miguel Más.
La conjunción de lo orgánico con el champenoise permite no sólo cuidar el medio ambiente y la salud de trabajadores y consumidores, sino que también nos permiten descubrir el genuino y auténtico sabor de un proceso natural y complejo, lleno de magia y misterios…..